Después de la venta.
Todos sabemos que no basta con idear un producto ingenioso, innovador, necesario, venderlo, y !Ale, a correr!
Al "preciado cliente" que se haya hecho con nuestro producto le gustará tener una garantía de que ese aparato, "cachibache" o lo que quiera que sea, no se va a romper -en principio-, y, si lo hiciera -por una de aquellas-, agredecerá disponer con seguridad total de un servicio post-venta que se haga cargo de cualquier fallo-imperfección.
De este modo también se debe disponer de un servicio a priori gratuito de Atención al cliente, para que el proveedor pueda conocer con un rico abanico de detalles, cuan encantado se encuentra el comprador en cuestión -o cuán de amargado-.
fuente: http://www.rivassanti.net/curso-ventas/servicio-post-venta.php
Y, sobre todo, de una sonrisa que frene el enfado del cliente antes de que se lo cuente a nadie o se vaya con una mala impresión. :)
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